El Estado “Fallido”
¿Cómo
etiquetar a un país antes de intervenirlo?
Por
Jesús Barrios Quintero
Para comenzar este artículo
hare énfasis en varios términos que últimamente son utilizados por
la principal “amenaza” de la región latinoamericana. Estos
términos seguramente son manejados bajo el consentimiento de los
países aliados e internacionalmente para etiquetar o catalogar a un
país, que luego muy probablemente será intervenido o invadido.
Se trata del término Estado
“fallido” o “forajido”, esta investigación la hice bajo la
teoría de Kabchi (2008), con quien he tenido en dos oportunidades la
honrosa posibilidad de compartir tarima; primero durante una ponencia
para los generales y almirantes en el teatro del Ministerio de la
Defensa, en Fuerte Tiuna, Caracas, Venezuela, 2014. Y luego en el año
2016, durante el foro en la sede de Últimas Noticias denominado “La
política de los EEUU como riesgo o amenaza para Latinoamérica”.
Su teoría del Estallo
fallido; me ha impulsado como investigador a analizar las posibles
características y los probables escenarios que pudiera tener un
país, una vez sea catalogado o etiquetado por esa “amenaza”,
como un Estado “fallido” o “forajido”. Dichos escenarios
pueden ser comparados y contrastados por el lector con la realidad
actual en el mundo. Dicha realidad no es pura coincidencia.
Aprovechando el profundo
conocimiento de la realidad internacional que muy bien nos muestra el
experto Kabchi, tenemos entonces que adentrarnos en las complicadas
declaraciones y acciones que se mueven contra los países cuyos
gobiernos se alejan de Washington para atender sus propios intereses;
como la unidad
popular, la
solidaridad de los
pueblos, la
complementariedad
económica, la
participación
popular en el
proceso de gobernar, la anti
hegemonía y el
anti neoliberalismo.
Tomando como referencia otro
término, que sumados a los dos anteriores; estado “fallido” o
“forajido”, tenemos ahora el término “inmolado”. Este último
lo extraigo cuidadosamente de Brito (2008), ya que el mismo presenta
muy detalladamente las siete (07) principales características que se
establecen para que un estado que no se alinee con los intereses de
los EEUU, entonces sea “inmolado”. En este particular es
imperante, que el lector asocie dichas características aquí
aplicadas con la realidad no solo de nuestro país, sino del
continente y así poder realizar en conjunto unas conclusiones que
servirán en adelante de alerta y complemento de este artículo. Las
peculiares características de esos potenciales países son las
siguientes:
1) Que ese país, tenga una
posición estratégica como Panamá; agua dulce y biodiversidad como
Brasil; hidrocarburos como Ecuador, Bolivia, Venezuela o gobiernos
progresistas.
2) Que en ese país, se aticen
diversidades étnicas, sociales, económicas o culturales entre sus
nacionales, tildándolos de pueblos distintos, o se acepte que los
nacionales deban lealtad y obediencias a potencias extranjeras.
3) Que a ese país, intereses
externos e internos planeen confiscarle los recursos para su uso
privado.
4) Que, en ese país, el
Gobierno sea carcomido por doctrinas federalistas y des-
centralizadoras que faciliten a una oligarquía local reinar sobre el
área sesionada.
5) Que, a ese país, el
sistema internacional sea coaccionado para favorecer, provocar y
legitimar la mutilación.
6) Que en ese país, grupos
armados internos colaboren con fuerzas de grandes potencias o
paramilitares que ejecuten la disgregación.
7) Que en ese país, una
formación cultural y educativa suicida borre los conceptos de
geografía, historia, formación cívica, unidad y soberanía patria,
y predique la escisión de los ciudadanos en pueblos con derechos y
territorios distintos.
En una entrevista realizada
por la periodista Amy Goodman, y Juan González, periodista
puertorriqueño, a Noam Chomsky, luego del programa Democracy
Now el 2002, el
experto aseguró que el término Failed
Status, o “Estado
fallido”, es inventado por la administración estadounidense luego
del fracaso de las políticas acerca del eje del mal y los estados
terroristas o estados forajidos y otras invenciones creadas para
nuclear y aglutinar a la opinión pública y centrar los esfuerzos
contra gobiernos y países cuyas políticas no concuerdan con la
visión del gobierno estadounidense. Chomsky fue más allá, al
calificar a los propios Estados Unidos como el modelo del Estado
Fallido por múltiples razones, tanto por la situación crítica
interna, como por su política agresiva externa y su relación
caótica con el mundo. En otro artículo que publica el periódico
británico Independent
el año 2004, acerca del significado del estado-nación, el autor
Adrián Hamilton acota que a pesar de la utilización del término
“Estado fallido” de forma difusa, lo cierto es que el mismo en
nada ayuda para entender el mundo contemporáneo por cuanto que el
término constantemente es mal utilizado y se abusa descaradamente en
su acepción y aplicación.
También otras investigaciones
efectuadas y publicadas en la revista Foreign
Policy el año
2005, determinan que los Estados
fallidos en el
mundo sobrepasan los sesenta (60). Dichas investigaciones causaron
muchas discusiones y críticas acerca de la definición y el
significado del término Failed
Status, o “Estado
fallido”, o fracasado”, especialmente por cuanto lo publicado en
la revista Política
Exterior aborda el
término desde un punto de vista caprichoso al considerar el fracaso
como sinónimo de ausencia o incompetencia de los sistemas y las
instituciones en la vida de los pueblos y la ineficiencia o
inoperancia de las leyes de un país. No es obra de la casualidad que
la misma revista Política
Exterior, en su
número julio - agosto de 2007, y bajo el título de “The
Failed States Index”,
asevera que los países más débiles pudieran ser fuentes de
verdadero peligro para el mundo entero, y las consecuencias de su
inestabilidad no están limitadas a un ámbito doméstico definido ya
que más bien alcanzarían otras fronteras políticas y abarcarían
velozmente al globo terráqueo entero. El articulista plantea la
interrogación de cómo se puede ayudar a los países fallidos a
salir de sus fracasos y buscar soluciones a los estados tambaleantes
cuya situación amenaza presuntamente con derrumbar completamente el
equilibrio del sistema global y del orden internacional.
Según Manwaring
(2005) refiere:
“que
un Estado fallido, en
primer lugar es cuando, cualesquiera que sean las causas, la
inestabilidad dentro de un Estado-Nación conduce a una crisis de
gobernabilidad y a un espiral descendente de violencia, pérdida de
la soberanía de jure y de facto, y en su defecto, un estatus de
Estado fallido. El fracaso del Estado es, por lo tanto, un proceso en
el cual el Estado pierde la capacidad y/o la voluntad para llevar a
cabo sus funciones fundamentales de gobierno y de seguridad
especialmente. Y donde las debilidades inherentes a la incapacidad
para llevar a cabo el negocio del Estado probablemente conduzcan a la
eventual erosión de su autoridad y legitimidad. Y, al final, el
Estado no puede controlar su territorio nacional o a las personas en
él. Entonces, este Estado colapsa como resultado de los esfuerzos
violentos conscientes de los actores no estatales para derribarlo o
controlarlo para sus propios fines nefastos”.
Esto
nos permite deducir bajo la teoría de la nueva “insurgencia
urbana” que las denominadas “bandas callejeras” son
desestabilizadores
humanos, como otros criminales organizados, y hasta pueden
desarrollarse, crecer y tener éxito con la suficiente libertad de
movimiento y acción en el tiempo. Estos grupos de “bandas
callejeras” utilizando el término de Manwaring, tratan
de alcanzar y mantener su libertad de acción a través de cuatro
formas:
1)
La creación de la infraestructura de apoyo subterránea.
2)
Tomar el control político de los enclaves rurales y urbanos sin
gobierno o dañados.
3)
La infiltración de organizaciones gubernamentales y sociales para la
inteligencia con fines políticos y para la contratación de apoyo
popular.
4)
La adopción de medidas directas que distraen y desembolsan las
fuerzas de seguridad especialmente y debilitando el gobierno de
turno.
Todos
estos medios de generación de la libertad de movimiento y acción
incluyen actos deliberados de terrorismo, contra personas e
instituciones claves asociadas con la gobernanza, el desarrollo
económico con mucho énfasis en la seguridad, llevando posiblemente
a ese país a un “Estado Fallido”
Reafirmando
lo presentado por el experto Manwaring
este explica que las
“pandillas callejeras” y cárteles de la droga que operan en
América Latina y en otras partes llaman a estas actividades
“incentivos empresariales". Pero, cualquiera que sea su
denominación, estas acciones de pandillas callejeras están
dirigidas a disminuir la autoridad del régimen y su sustitución por
la de ellos, entrando entonces en las características de “Estado
Fallido”
Analizando profundamente esta
novedosa teoría estratégica estadounidense, encontramos según
Kabchi, un perfil que ayudaría a determinar cuál es el Estado que
se puede definir como fallido, forajido o fracasado, y que amerita la
pronta intervención foránea para dirimir su antagonismo bélico. Se
presenta a continuación estas características de los países
considerados como tales:
1. Aquellos Estados que no han
logrado cohesionar y compactar, en un ambiente de tolerancia y
convivencia, a sus diferentes grupos nacionales separados por
problemas étnicos, religiosos o lingüísticos sin poder ofrecerles
un clima de sosiego y paz.
2. Los Estados cuyas
instituciones democráticas han colapsado por el caos y el desorden,
y por el irrespeto a los derechos humanos y a las libertades
públicas, cuyo gobierno central o poder ejecutivo avasalla y
atropella a los demás poderes del estado.
3. Los Estados que no han
podido satisfacer las necesidades materiales de su población en lo
económico y en lo social, donde el hambre, la pobreza, el
analfabetismo y las enfermedades agobian a su población.
Llama mucho la atención que
en una revista de ámbito netamente militar y norteamericana,
específicamente la
Militar Review,
revista profesional del ejército de los EUA, del tercer trimestre
julio, agosto, septiembre del 2017. Se haya dedicado deliberadamente
a realizar un artículo sobre Venezuela. Este artículo es titulado;
“La Crisis Venezolana”. En el artículo se plantea y por ello lo
tomo como referencia en el tema, que desde el 2013 al 2016, Venezuela
se convierte en un “Estado Fallido”. Así mismo en dicho artículo
el autor plantea en una interrogante. ¿Qué
puede hacer los Estados Unidos y la región para ayudar a Venezuela?
Cabe destacar que al final del
artículo el autor propone y describe 14 consideraciones para la
política exterior de los EUA, que tendrían según ellos efectos
positivos en Venezuela, por lo tanto, los EUA debería entre otras
cosas hacer lo siguiente:
-
Respaldar un plan de asistencia monetaria para un “nuevo gobierno” venezolano, puesto que la hacienda pública estará en ruinas. La asistencia debe ser una iniciativa coordinada entre el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento.
-
Restablecer lazos estrechos con las Fuerzas Armadas de Venezuela, después que se establezca un “nuevo gobierno” democrático en el país.
-
MERCOSUR debe expulsar a Venezuela.
-
Brasil y Argentina deben tomar la iniciativa en estos esfuerzos contra el régimen venezolano. Estos dos países claramente eran los defensores más activos de Chávez cuando Lula da Silva (Brasil) y Néstor y Cristina Kirchner (Argentina) estaban en el poder pero, hoy en día, estos países tienen gobiernos de carácter distinto.
Como se puede apreciar esta
revista de corte netamente militar del ejército de los EUA,
deliberadamente redacta en varias oportunidades el término “nuevo
gobierno”, haciendo referencia a algunas de las 14 consideraciones
para la política exterior de los EUA hacia Venezuela.
Para actualizar más el
término de “Estado Fallido”, nos referimos ahora a un extracto
del reportaje realizado muy recientemente en el 2017, al
vicepresidente de los Estados Unidos, Pence, quien plantea: …"El
presidente Donald Trump ha dejado muy claro que no nos quedaremos de
pie mientras Venezuela cae en la dictadura". En Cartagena,
Colombia, seguidamente Pence dice a periodistas…"Un Estado
Fallido
en Venezuela amenaza la seguridad y la prosperidad de todo nuestro
hemisferio y del pueblo de los Estados Unidos de América". Los
periodistas acotan que el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike
Pence, ha logrado un tono más conciliador que Trump durante el
inicio de una gira latinoamericana a Colombia, Argentina, Chile y
Panamá, diciendo que es posible una solución pacífica a los
disturbios y la agitación política en Venezuela…. "Estamos
absolutamente decididos a llevar toda la medida del poder económico
y diplomático estadounidense hasta que veamos la democracia
restaurada en Venezuela", diciendo que un “Estado Fallido”
amenaza a los estadounidenses. Los periodistas refieren también que
tras reunirse con familias venezolanas que viven en Colombia Pence
dijo: "El régimen está experimentando cambios en este momento
y lo que estamos presenciando es que Venezuela está colapsando en la
dictadura".
Pero,
por otro lado, vemos como la excusa del “Estado Fallido” es
identificar a Venezuela con la droga. Ya que en el mismo reportaje;
funcionarios antinarcóticos estadounidenses han identificado a
Venezuela como un punto de transbordo líder para la cocaína
sudamericana destinada al mercado estadounidense. Y nuevamente Pence
dijo: …. que el flujo de narcóticos podría recuperarse debido a
la crisis de Venezuela, que también podría provocar un aumento de
la inmigración ilegal a Estados Unidos, "comprometer nuestras
fronteras, comprometer nuestra economía y en algunos casos
comprometer la seguridad de nuestras familias y comunidades".
En conclusión, dentro de este
esquema, los gobiernos son llamados fallidos por cuanto habrán
fracasado en el ámbito nacional, generando situaciones convulsivas y
representando presuntamente un detonante y estallido de
confrontaciones y guerras civiles que atentan contra la vida y los
derechos humanos en su ámbito geográfico y generan circunstancias
propicias para la aparición de terroristas que ponen en peligro no
sólo la estabilidad del país o de la región, sino también del
mundo entero. En la práctica, la identificación de los “Estados
Fallidos” poco o nada tiene que ver con la realidad democrática,
con los países y lo establecido por los mentores de la tesis
intervencionista, por cuanto que lo único importante en esta
circunstancia, y subyacente a la sombra de ella, es en qué medida
los estados y/o los gobiernos son o no afines, proclives o adictos a
la política norteamericana. Su condescendencia y su receptividad a
la política hegemónica de Washington los hace acreedores de una
certificación positiva o negativa y de una clasificación buena o
mala, que los aleja o los hace acreedores de ser considerados como
“Estados Fallidos” que ameritan la intervención pronta y
foránea. Por el contrario, seguir una política independiente y
autónoma acorde con los mejores intereses nacionales y al servicio
de la masa y mayoritaria de la población, defendiendo sus recursos
naturales y oponiéndose a la hegemonía imperial, automáticamente
son candidatos para recibir “el título de Estado Fallido”.
-
Jesús Barrio Quintero: General de División. Autor del libro “Compilación de documentos doctrinarios de los Estados Unidos”. Magister en Filosofía de la Guerra. Registrado en el (PNII) – ONCTI investigador e innovador.
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