jueves, 30 de noviembre de 2017

¿Cómo etiquetar a un país antes de intervenirlo? Por Jesús Barrios Quintero



El Estado “Fallido”
¿Cómo etiquetar a un país antes de intervenirlo?


Por Jesús Barrios Quintero

Para comenzar este artículo hare énfasis en varios términos que últimamente son utilizados por la principal “amenaza” de la región latinoamericana. Estos términos seguramente son manejados bajo el consentimiento de los países aliados e internacionalmente para etiquetar o catalogar a un país, que luego muy probablemente será intervenido o invadido.
Se trata del término Estado “fallido” o “forajido”, esta investigación la hice bajo la teoría de Kabchi (2008), con quien he tenido en dos oportunidades la honrosa posibilidad de compartir tarima; primero durante una ponencia para los generales y almirantes en el teatro del Ministerio de la Defensa, en Fuerte Tiuna, Caracas, Venezuela, 2014. Y luego en el año 2016, durante el foro en la sede de Últimas Noticias denominado “La política de los EEUU como riesgo o amenaza para Latinoamérica”.
Su teoría del Estallo fallido; me ha impulsado como investigador a analizar las posibles características y los probables escenarios que pudiera tener un país, una vez sea catalogado o etiquetado por esa “amenaza”, como un Estado “fallido” o “forajido”. Dichos escenarios pueden ser comparados y contrastados por el lector con la realidad actual en el mundo. Dicha realidad no es pura coincidencia.
Aprovechando el profundo conocimiento de la realidad internacional que muy bien nos muestra el experto Kabchi, tenemos entonces que adentrarnos en las complicadas declaraciones y acciones que se mueven contra los países cuyos gobiernos se alejan de Washington para atender sus propios intereses; como la unidad popular, la solidaridad de los pueblos, la complementariedad económica, la participación popular en el proceso de gobernar, la anti hegemonía y el anti neoliberalismo.
Tomando como referencia otro término, que sumados a los dos anteriores; estado “fallido” o “forajido”, tenemos ahora el término “inmolado”. Este último lo extraigo cuidadosamente de Brito (2008), ya que el mismo presenta muy detalladamente las siete (07) principales características que se establecen para que un estado que no se alinee con los intereses de los EEUU, entonces sea “inmolado”. En este particular es imperante, que el lector asocie dichas características aquí aplicadas con la realidad no solo de nuestro país, sino del continente y así poder realizar en conjunto unas conclusiones que servirán en adelante de alerta y complemento de este artículo. Las peculiares características de esos potenciales países son las siguientes:
1) Que ese país, tenga una posición estratégica como Panamá; agua dulce y biodiversidad como Brasil; hidrocarburos como Ecuador, Bolivia, Venezuela o gobiernos progresistas.
2) Que en ese país, se aticen diversidades étnicas, sociales, económicas o culturales entre sus nacionales, tildándolos de pueblos distintos, o se acepte que los nacionales deban lealtad y obediencias a potencias extranjeras.
3) Que a ese país, intereses externos e internos planeen confiscarle los recursos para su uso privado.
4) Que, en ese país, el Gobierno sea carcomido por doctrinas federalistas y des- centralizadoras que faciliten a una oligarquía local reinar sobre el área sesionada.
5) Que, a ese país, el sistema internacional sea coaccionado para favorecer, provocar y legitimar la mutilación.
6) Que en ese país, grupos armados internos colaboren con fuerzas de grandes potencias o paramilitares que ejecuten la disgregación.
7) Que en ese país, una formación cultural y educativa suicida borre los conceptos de geografía, historia, formación cívica, unidad y soberanía patria, y predique la escisión de los ciudadanos en pueblos con derechos y territorios distintos.
En una entrevista realizada por la periodista Amy Goodman, y Juan González, periodista puertorriqueño, a Noam Chomsky, luego del programa Democracy Now el 2002, el experto aseguró que el término Failed Status, o “Estado fallido”, es inventado por la administración estadounidense luego del fracaso de las políticas acerca del eje del mal y los estados terroristas o estados forajidos y otras invenciones creadas para nuclear y aglutinar a la opinión pública y centrar los esfuerzos contra gobiernos y países cuyas políticas no concuerdan con la visión del gobierno estadounidense. Chomsky fue más allá, al calificar a los propios Estados Unidos como el modelo del Estado Fallido por múltiples razones, tanto por la situación crítica interna, como por su política agresiva externa y su relación caótica con el mundo. En otro artículo que publica el periódico británico Independent el año 2004, acerca del significado del estado-nación, el autor Adrián Hamilton acota que a pesar de la utilización del término “Estado fallido” de forma difusa, lo cierto es que el mismo en nada ayuda para entender el mundo contemporáneo por cuanto que el término constantemente es mal utilizado y se abusa descaradamente en su acepción y aplicación.
También otras investigaciones efectuadas y publicadas en la revista Foreign Policy el año 2005, determinan que los Estados fallidos en el mundo sobrepasan los sesenta (60). Dichas investigaciones causaron muchas discusiones y críticas acerca de la definición y el significado del término Failed Status, o “Estado fallido”, o fracasado”, especialmente por cuanto lo publicado en la revista Política Exterior aborda el término desde un punto de vista caprichoso al considerar el fracaso como sinónimo de ausencia o incompetencia de los sistemas y las instituciones en la vida de los pueblos y la ineficiencia o inoperancia de las leyes de un país. No es obra de la casualidad que la misma revista Política Exterior, en su número julio - agosto de 2007, y bajo el título de “The Failed States Index”, asevera que los países más débiles pudieran ser fuentes de verdadero peligro para el mundo entero, y las consecuencias de su inestabilidad no están limitadas a un ámbito doméstico definido ya que más bien alcanzarían otras fronteras políticas y abarcarían velozmente al globo terráqueo entero. El articulista plantea la interrogación de cómo se puede ayudar a los países fallidos a salir de sus fracasos y buscar soluciones a los estados tambaleantes cuya situación amenaza presuntamente con derrumbar completamente el equilibrio del sistema global y del orden internacional.
Según Manwaring (2005) refiere:
que un Estado fallido, en primer lugar es cuando, cualesquiera que sean las causas, la inestabilidad dentro de un Estado-Nación conduce a una crisis de gobernabilidad y a un espiral descendente de violencia, pérdida de la soberanía de jure y de facto, y en su defecto, un estatus de Estado fallido. El fracaso del Estado es, por lo tanto, un proceso en el cual el Estado pierde la capacidad y/o la voluntad para llevar a cabo sus funciones fundamentales de gobierno y de seguridad especialmente. Y donde las debilidades inherentes a la incapacidad para llevar a cabo el negocio del Estado probablemente conduzcan a la eventual erosión de su autoridad y legitimidad. Y, al final, el Estado no puede controlar su territorio nacional o a las personas en él. Entonces, este Estado colapsa como resultado de los esfuerzos violentos conscientes de los actores no estatales para derribarlo o controlarlo para sus propios fines nefastos”.
Esto nos permite deducir bajo la teoría de la nueva “insurgencia urbana” que las denominadas “bandas callejeras” son desestabilizadores humanos, como otros criminales organizados, y hasta pueden desarrollarse, crecer y tener éxito con la suficiente libertad de movimiento y acción en el tiempo. Estos grupos de “bandas callejeras” utilizando el término de Manwaring, tratan de alcanzar y mantener su libertad de acción a través de cuatro formas:
1) La creación de la infraestructura de apoyo subterránea.
2) Tomar el control político de los enclaves rurales y urbanos sin gobierno o dañados.
3) La infiltración de organizaciones gubernamentales y sociales para la inteligencia con fines políticos y para la contratación de apoyo popular.
4) La adopción de medidas directas que distraen y desembolsan las fuerzas de seguridad especialmente y debilitando el gobierno de turno.
Todos estos medios de generación de la libertad de movimiento y acción incluyen actos deliberados de terrorismo, contra personas e instituciones claves asociadas con la gobernanza, el desarrollo económico con mucho énfasis en la seguridad, llevando posiblemente a ese país a un “Estado Fallido”
Reafirmando lo presentado por el experto Manwaring este explica que las “pandillas callejeras” y cárteles de la droga que operan en América Latina y en otras partes llaman a estas actividades “incentivos empresariales". Pero, cualquiera que sea su denominación, estas acciones de pandillas callejeras están dirigidas a disminuir la autoridad del régimen y su sustitución por la de ellos, entrando entonces en las características de “Estado Fallido”
Analizando profundamente esta novedosa teoría estratégica estadounidense, encontramos según Kabchi, un perfil que ayudaría a determinar cuál es el Estado que se puede definir como fallido, forajido o fracasado, y que amerita la pronta intervención foránea para dirimir su antagonismo bélico. Se presenta a continuación estas características de los países considerados como tales:
1. Aquellos Estados que no han logrado cohesionar y compactar, en un ambiente de tolerancia y convivencia, a sus diferentes grupos nacionales separados por problemas étnicos, religiosos o lingüísticos sin poder ofrecerles un clima de sosiego y paz.
2. Los Estados cuyas instituciones democráticas han colapsado por el caos y el desorden, y por el irrespeto a los derechos humanos y a las libertades públicas, cuyo gobierno central o poder ejecutivo avasalla y atropella a los demás poderes del estado.
3. Los Estados que no han podido satisfacer las necesidades materiales de su población en lo económico y en lo social, donde el hambre, la pobreza, el analfabetismo y las enfermedades agobian a su población.
Llama mucho la atención que en una revista de ámbito netamente militar y norteamericana, específicamente la Militar Review, revista profesional del ejército de los EUA, del tercer trimestre julio, agosto, septiembre del 2017. Se haya dedicado deliberadamente a realizar un artículo sobre Venezuela. Este artículo es titulado; “La Crisis Venezolana”. En el artículo se plantea y por ello lo tomo como referencia en el tema, que desde el 2013 al 2016, Venezuela se convierte en un “Estado Fallido”. Así mismo en dicho artículo el autor plantea en una interrogante. ¿Qué puede hacer los Estados Unidos y la región para ayudar a Venezuela?
Cabe destacar que al final del artículo el autor propone y describe 14 consideraciones para la política exterior de los EUA, que tendrían según ellos efectos positivos en Venezuela, por lo tanto, los EUA debería entre otras cosas hacer lo siguiente:
  • Respaldar un plan de asistencia monetaria para un “nuevo gobierno” venezolano, puesto que la hacienda pública estará en ruinas. La asistencia debe ser una iniciativa coordinada entre el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento.
  • Restablecer lazos estrechos con las Fuerzas Armadas de Venezuela, después que se establezca un “nuevo gobierno” democrático en el país.
  • MERCOSUR debe expulsar a Venezuela.
  • Brasil y Argentina deben tomar la iniciativa en estos esfuerzos contra el régimen venezolano. Estos dos países claramente eran los defensores más activos de Chávez cuando Lula da Silva (Brasil) y Néstor y Cristina Kirchner (Argentina) estaban en el poder pero, hoy en día, estos países tienen gobiernos de carácter distinto.

Como se puede apreciar esta revista de corte netamente militar del ejército de los EUA, deliberadamente redacta en varias oportunidades el término “nuevo gobierno”, haciendo referencia a algunas de las 14 consideraciones para la política exterior de los EUA hacia Venezuela.
Para actualizar más el término de “Estado Fallido”, nos referimos ahora a un extracto del reportaje realizado muy recientemente en el 2017, al vicepresidente de los Estados Unidos, Pence, quien plantea: …"El presidente Donald Trump ha dejado muy claro que no nos quedaremos de pie mientras Venezuela cae en la dictadura". En Cartagena, Colombia, seguidamente Pence dice a periodistas…"Un Estado Fallido en Venezuela amenaza la seguridad y la prosperidad de todo nuestro hemisferio y del pueblo de los Estados Unidos de América". Los periodistas acotan que el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, ha logrado un tono más conciliador que Trump durante el inicio de una gira latinoamericana a Colombia, Argentina, Chile y Panamá, diciendo que es posible una solución pacífica a los disturbios y la agitación política en Venezuela…. "Estamos absolutamente decididos a llevar toda la medida del poder económico y diplomático estadounidense hasta que veamos la democracia restaurada en Venezuela", diciendo que un “Estado Fallido” amenaza a los estadounidenses. Los periodistas refieren también que tras reunirse con familias venezolanas que viven en Colombia Pence dijo: "El régimen está experimentando cambios en este momento y lo que estamos presenciando es que Venezuela está colapsando en la dictadura".
Pero, por otro lado, vemos como la excusa del “Estado Fallido” es identificar a Venezuela con la droga. Ya que en el mismo reportaje; funcionarios antinarcóticos estadounidenses han identificado a Venezuela como un punto de transbordo líder para la cocaína sudamericana destinada al mercado estadounidense. Y nuevamente Pence dijo: …. que el flujo de narcóticos podría recuperarse debido a la crisis de Venezuela, que también podría provocar un aumento de la inmigración ilegal a Estados Unidos, "comprometer nuestras fronteras, comprometer nuestra economía y en algunos casos comprometer la seguridad de nuestras familias y comunidades".
En conclusión, dentro de este esquema, los gobiernos son llamados fallidos por cuanto habrán fracasado en el ámbito nacional, generando situaciones convulsivas y representando presuntamente un detonante y estallido de confrontaciones y guerras civiles que atentan contra la vida y los derechos humanos en su ámbito geográfico y generan circunstancias propicias para la aparición de terroristas que ponen en peligro no sólo la estabilidad del país o de la región, sino también del mundo entero. En la práctica, la identificación de los “Estados Fallidos” poco o nada tiene que ver con la realidad democrática, con los países y lo establecido por los mentores de la tesis intervencionista, por cuanto que lo único importante en esta circunstancia, y subyacente a la sombra de ella, es en qué medida los estados y/o los gobiernos son o no afines, proclives o adictos a la política norteamericana. Su condescendencia y su receptividad a la política hegemónica de Washington los hace acreedores de una certificación positiva o negativa y de una clasificación buena o mala, que los aleja o los hace acreedores de ser considerados como “Estados Fallidos” que ameritan la intervención pronta y foránea. Por el contrario, seguir una política independiente y autónoma acorde con los mejores intereses nacionales y al servicio de la masa y mayoritaria de la población, defendiendo sus recursos naturales y oponiéndose a la hegemonía imperial, automáticamente son candidatos para recibir “el título de Estado Fallido”.
  • Jesús Barrio Quintero: General de División. Autor del libro “Compilación de documentos doctrinarios de los Estados Unidos”. Magister en Filosofía de la Guerra. Registrado en el (PNII) – ONCTI investigador e innovador.


FUENTE: 1er Número de la Revista “Felicidad Virtuosa”. Año 1, octubre, 2017, pag 25

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