viernes, 8 de diciembre de 2017

Inversión para la Seguridad Social. Por: Víctor Méndez A.



Inversión para la Seguridad Social



 Por: Víctor Méndez A.

La manipulación mediática, concebida y aplicada por la ideología burguesa, ha proyectado los problemas afrontados por la población de los países pobres como hechos aislados originados por la ignorancia y los malos gobiernos, no obstante el epicentro de las calamidades que padecen la mayoría de los habitantes del orbe son consecuencias del modelo capitalista.

La pobreza y el hambre representan aspectos reveladores de la desigualdad escandalosa que afecta, no solo a los habitantes de países africanos, asiáticos o latinoamericanos, sino también a más de 40 millones de ciudadanos estadounidenses, así como a vastos sectores de naciones europeas como: España, Italia, Portugal, Alemania, Francia, Grecia, Rumania, entre muchas otras.

Esta inmensa realidad es ocultada al común de los ciudadanos mediante la aplicación de políticas comunicacionales en las que seguramente se invierten inmensos presupuestos, por lo general más grandes que la sumatoria de todos los países africanos, a fin de mantener la supremacía de la mentira que sostiene que el capitalismo es democracia, igualdad y justicia social.

Organismos internacionales han impulsado estudios e investigaciones a lo interno de cada país con el objeto de determinar las condiciones en que les toca vivir a sus conciudadanos, en este sentido se han constatado aspectos estremecedores.

En el informe de la OIT del año 2016 sobre la seguridad social en el mundo, revela que el 73% de la población mundial carece de una protección social adecuada. Es decir solo el 23% de los habitantes del mundo recibe seguridad social, algo verdaderamente vergonzoso, demostración clara de injusticia y desigualdad.

La seguridad social, sostiene el informe, implica acceso a la asistencia médica y garantía de ingresos, en especial en casos de vejez, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, maternidad, o pérdida del principal generador de ingresos de una familia. Sin embargo para la Revolución Bolivariana la seguridad social constituye un sistema que abarca todo el ciclo de vida humana en función de brindarle a la ciudadanía la mayor suma de felicidad posible, concepto emanado del ingenio del Libertador Simón Bolívar, padre de la libertad americana.

La Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, aprobada en Referéndum popular con más del 70% del electorado, en el año 1.999, contempla en capitulo V De los Derechos Sociales y de las Familias, aspectos relacionados con la protección a las familias como asociación natural de la sociedad y como espacio fundamental para el desarrollo integral de las personas. La maternidad y la paternidad son protegidas integralmente, como también los niños, niñas y adolescentes son reconocidos como sujetos plenos de derechos con la protección de la legislación, órganos y tribunales especializados garantizando y desarrollando los contenidos de la Constitución y de la Convención sobre los Derechos del niño así como de los tratados internacionales suscritos por la República. Los jóvenes y las jóvenes tienen derecho al empleo y a la incorporación a los procesos socio productivos garantizados por el Estado, el cual vela por los derechos de la población de la tercera edad brindándole atención integral y los beneficios de la seguridad social contemplando que las pensiones y jubilaciones otorgadas mediante el sistema de seguridad social no podrán ser inferiores al salario mínimo urbano. Estos elementos representan extraordinarios avances para un país que solo cuenta con 17 años de revolución, los cuales por cierto han estado llenos de ataques, conspiraciones, confabulaciones internacionales, saboteos económicos y boicot comercial.

Organismos internacionales como el PNUD y la UNESCO han brindado importantes reconocimientos a la Republica Bolivariana de Venezuela por sus grandes logros, permitiendo el cumplimiento de las metas del milenio impuestas por el Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo y la erradicación del anafalbetismo, así como la elevación del Índice de Desarrollo Humano que determina ingreso, expectativa de vida y educación.

Resulta muy pertinente el mostrar elementos comparativos entre el proyecto venezolano y el de otros países, no solo a nivel latinoamericano sino también de otras latitudes a fin de establecer parámetros ilustrativos que demuestran las grandes cosas que impulsa nuestro proceso revolucionario.

En este sentido es necesario distinguir entre la pobreza y la desigualdad, de acuerdo a destacados economistas la pobreza se vincula con el ingreso medio de una sociedad. La desigualdad con la distribución; no hay una relación entre ambos, basta observar que el 1% más rico del mundo ya posee tanta riqueza como el resto del mundo. Las 62 personas más ricas del mundo tienen tanta riqueza como la mitad de la población más pobre de la tierra.

Podemos observar en una lista de reciente data las cantidades en millones de dólares que poseen los siguientes individuos:
1.- Bill Gates posee una riqueza de 79.200 millones de dólares.
2.- Carlos Slim 77.100 millones de dólares
3.- Warren Buftef 72.000 millones de dólares
4.- Amancio Ortega 64.000 millones de dólares
5.- Larry Ellison 54.300 millones de dólares

Estos niveles de riqueza acumulada en pocas manos reflejan la brecha cada vez más grande que expresan los parámetros de desigualdad existentes en las naciones del mundo, el coeficiente Gini, que es una medida de la desigualdad ideado por el estadístico italiano Conrrado Gini, normalmente se utiliza para medir los ingresos dentro de un país, pero además puede utilizarse para medir cualquier forma de distribución desigual. Este coeficiente es un número entre 0 y 1, en donde 0 (cero) se corresponde con la perfecta igualdad y donde el valor 1 corresponde a la perfecta desigualdad, donde una persona tiene todos los ingresos y el otro ninguno.

En el informe del mes de octubre 2017 del Banco Mundial, se da a conocer una lista de los seis países más desiguales de América Latina de acuerdo a una medición según el coeficiente GinI, estos se presentan a continuación:
HONDURAS
53,7
COLOMBIA
53,5
BRASIL
52,9
GUATEMALA
52,4
PANAMA
51,7
CHILE
50,5

Si observamos a Honduras, esta nación mantiene un nivel de pobreza del 64,5% de la cual el 42,6% se encuentra en pobreza extrema y expresa 53,7 de desigualdad.

El caso de Colombia es muy significativo, pues entre los países latinoamericanos de ingresos medios y altos, se encuentra en primer lugar en niveles de desigualdad, apenas por debajo de Honduras, a pesar que en términos del PIB, los colombianos están en el puesto 74 por encima de los hondureños.

En Colombia el 10% de la población más rica del país gana cuatro veces más que el 40% del más pobre. En el 2016 un 77,6% de la tierra estaba en manos del 13,7% de los propietarios, constituyendo uno de los índices más altos de desigualdad. En el índice de Desarrollo Humano de la ONU, Colombia pierde 10 puntos una vez que pondera en términos de desigualdad de acceso a la salud, educación y en bajos salarios.

El IDH mide tres dimensiones creando una media geométrica de los índices normalizados de cada una de estas dimensiones es decir Salud, educación y nivel de vida o de ingresos. Venezuela mantiene un nivel de Coeficiente Gini de 0,421 el más bajo del continente latinoamericano, es una demostración contundente de los logros revolucionarios en relación a los avances hacia el socialismo. En el año 1993 la pobreza general se encontraba en 71,6% mientras en el año 1995 se situaba en 75,5%, es decir de cada 100 personas en Venezuela 76 estaban en condición de pobreza; en la actual época revolucionaria se sitúa en 26% a pesar de las conspiraciones, golpe de Estado, paro petrolero, guerra económica, acaparamiento de alimentos, contrabando de extracción, ataques a la moneda, desaparición de medicamentos, guarimbas, ataques a los servicios públicos, especulación y estafa al consumidor, muy a pesar de todo eso y al agregado de los ataques internacionales, se redujo la pobreza en un 50%, lo que por supuesto no es poca cosa.

La verdad a la que teme el capitalismo internacional se agiganta en la patria de Bolívar y Chávez a través de la distribución de la riqueza en la población más necesitada mediante la inversión social más significativa que gobierno alguno del mundo haya realizado o realiza en su país.



PALABRAS CLAVES: Seguridad – Social – Venezuela – IDH – Pobreza – Riqueza – Desigualdad – Protección – Socialismo – Capitalismo.

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